2/2/10

divago a media tarde

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A menudo tengo ganas de marcharme de Madrid. Vivo con esa inconstante. Esta ciudad no va conmigo: le faltan agua y horizonte y le sobran calles, planes, puertas. Es un exceso. En días como hoy, como ayer, me acuerdo de aquel bar de la costa de Tulum donde, con los pies hundidos en la arena blanca, masticamos ceviche y bebimos jugos y tequilas. Normalmente no tengo tiempo ni para pensar en ello.
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Foto de David Ruiz

8 comentarios:

Lara dijo...

qué decir...

NáN dijo...

Acabaremos dispersos. Ni para cuentas de collar serviremos.

Gemma dijo...

Pero ahí está tu necesidad intacta, aunque haya días en que ni eso recuerdes.
Un beso

Gregorio Omar Vainberg dijo...

Ahh las ciudades sin mar,
yo estoy aqui, cansado de mar, y ando queriendo calles y puertas y semáforos, paradojas de las etapas de la vida.

Un abrazo

Marian dijo...

Menos de 6 meses llevo en Madrid y ya he tenido varias veces ganas de huir de aquí, ganas de mar por ejemplo.

virgi dijo...

Y a mí me encataría pasar una temporada en Tombuctú...
En serio, es una de mis ilusiones de hace tiempo.
Besitos

Felipe dijo...

Madrid me cansa, pero cuando estoy lejos lo echo en falta.
Me gustaría vivir en Madrid por meses...no puede ser.

Un saludo: el bolu

Música dijo...

yo vivo en una ciudad con mar y me ha atrapado, te entiendo tan bien...