Hay una biblioteca en Redfield Hall. Tiene un jardín. Su alegre bibliotecaria no te deja escapar sin un libro en las manos. Ella sabe muy bien qué decirte para que no te lleves los ojos vacíos. Pues me ha dado un premio. Algo que tengo que pasar a los demás. Y qué mejor forma que contando, tres años después de que este cuaderno de bolsillo echara a andar, las mejores compañías de hoy y de este tiempo para el viaje que un día emprendieron las pléyades, así sin pensar mucho:
Panopticon ( Y la cama sin hacer) – Blog de fotografía de David Ruiz. Por el Madrid que me enseña a través de sus ojos. Jiji...Guarda tu amor humano – Todo lo que trajo y trae y por cómo escribe y por cómo es y por lo que me falta en el cuarto sin ventana... y en la cocina y.
Las playas de Siberia (y el Camarote 503) – por la magia de hacer cosas en común a través de la literatura
Ángeles sobre Berlín –otro cielo es posible
Marcella y su vestido a rayas – que nadie pierda ya nunca de vista a la nostálgica y gafapasta bocarroja
Ideas y fragmentos - Por la constancia y porque hoy hace calor y, probablemente, sus personajes, cómo no, suden. Son así de lógicos y aplastantes.
La nave de los locos – Por la entrega diaria de literatura. Yo estoy perdida.
Phoeticblog – Detrás del que hay una mujer misteriosa que no sé ubicar en los mapas.
A filla do mar – Poco llego a su orilla, pero cuando lo hago, disfruto tanto...
Y, a La bibliotecaria de Redfield Hall, que sonríe detrás de sus gafitas, todo el día leyendo y prestando sus libros a todo el que pase por su jardín.
Se me quedan mil en el bolsillo que han estado o están: los universos perpendiculares, áreas de descanso donde recalar, sin duda, los viajes de Dani, la amiga Erato, el que se debatía entre Boston y el kalimotxo, aquel blog de los cuatrocientos mares, tan fantástico, tan al principio, el Cardhu, el de Gemma, la constancia guillesca, oh la locura del trompetista invisible, la silla del hombre sentado sobre ella, ...los que observo desde la sombra cibernética, ...