28/4/11

Las espinas de la verdad las tienen pocos asidas por la mano.
Un hombre, raya al lado, matiz de boca enjuta
exige mi mañana. Aberración del sentido
y la marea
es tan corta para dejarse ir.
Cabalgamos motor y horario
cada día. Y nos creemos fuertes en la pócima
que otros
para ese cuerpo
destilaron.

Qué maligna cordura es pagar una casa, atarse al aire
de esta ciudad sombría, comprar carne, tragar facturas.

24/4/11

Los cuadernos de la abuela Nicanora

Antípoda del circo de la literatura.
Una mano arrancaba
a la luz, sombra.


El Real de San Vicente (1901)
Nicanora es la tatarabuela de El Fotógrafo.


18/4/11

carretera






No llevábamos música, un par de discos que nadie quiso escuchar. Bebo Valdés al piano sobre un fondo de alcornocales y agua que se come las orillas. Siento ganas de escribir del vértigo lento de la copa alta de los árboles. Pero está prohibido. Ahora que hasta los posmodernos se han vendido. Y todo es purobit. click-click. Desatención.


Que decir follar ya no provoca.


Eso pienso mientras sorteamos la sierra.


Luego me quedo helada en la siesta. Una hormiga ha trepado al hocico de mi perro. El sol calienta mi lado izquierdo. El derecho, acostumbrado al refugio de los inviernos, es carne y frío.