Hace falta que te diga...
Bolero incantable, por la hora y el desentono del coro,
de diez minutos, al menos , de duración
si lo toca Daniel
Con las gargantas llenas de polvo y de canciones, os miraba. Saltar a la comba al amanecer, tirarnos tierra, regresar. Cicatrizando algunos. Evitar los fuegos, artificiales. Se nos escapa el agua. Tenemos mil caminos, excusas para pasar juntos la noche. Se nos hace de día demasiado pronto. Puedo decir diez años. A mí me sobrecoge por la tarde encontrarte otro verano más esperando un abrazo. La cabeza en tus piernas y un beso se te escapa. Nuestra voz, viejo magnetofón que nos contiene. Las cartas en la mesa. Sabes que los puñales duelen más cuando tratan de arrancarse que al hundirlos, tú lo sabes. Yo lo callo. Que cada uno viene de un camino y está tomando otro. La sangre se me agolpa en la rodilla y ahora ni recuerdo cuándo pasé aquel golpe. Las palabras, duras por fuera, nido de abejas al morderlas. Cuántos años nos dejan mirar atrás. Por todo no hace falta la frase que sigue a este desinspirado párrafo.
Para Erru