Yo escribí este poema a punto de volar hacia México hace un par de años. Sacando la lengua a Madrid, desde el avión, toda chula, pegada la nariz a la ventanilla. Un día, vi al señor Cuadritos, que vive aquí al lado, asomado a su ventana. Le llamé (eh, eh). Le conté unas cosillas y me dio un dibujo precioso que quiero compartir.
ahí te dejo Madrid
me voy a la ciudad de las dos lunas
y guardo este cuaderno en el bolsillo
-así vienes conmigo-
me quito las sandalias
y descalza
espero en el jardín
la sombra negra
dulce lluvia
de cenizas de la zafra