19/2/07

No apagar nuestra mirada nunca
prometimos
no someter la brújula.
Se ha ido haciendo tarde desde entonces.
Si te cuento mis sueños enmudeces
y te dan aun más miedo
que esa serpiente enorme que transporta
corazones de madrugada en tu ciudad.
Sintonizo la radio de la locura
esa emisora sólo suena en tu cabeza, me dices.
Qué poca libertad en tus palabras
qué sabe
quien no ha volado nunca más allá de las playas
quien no ha visto amanecer bajo dos lunas
quien no ha abierto los labios a una orquídea
quien no ha dormido a un niño asustado en sus brazos
quien a pesar de verlas no sabe
de qué huyen las estrellas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

quién no ha abierto los labios a una orquídea...

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Unknown dijo...

MUY INTERESANTES TUS ESCRITOS AROA,ME ENCANTARON TUS LETRAS....
ESCRIBE MAS DE ESTO, Y GRACIAS POR REGALARNOS TU INSPIRACION
SALUDOS DESDE CORDOBA, VERACRUZ, MEXICOTU AMIGO CHRISTIAN HERNANDEZ

Anónimo dijo...

Nada. No sabe nada. Qué poca libertad...