Hacía mucho tiempo que no paraba un rato en mi calle. Parar quiere decir parar. Quieta. Estábamos V. y yo esperando al mensajero esta mañana en la puerta. Así que empecé a tomar algunas fotos con el teléfono. No tienen calidad, pero esta es mi calle. Y yo la quiero.
Y ella, yo creo, me tiene cierto amor.
Esto es parte de su paisaje.
Biblioteca histórica de la UCM. Este barrio se llama Universidad porque aquí estuvo la primera Complutense de la ciudad. Luego, la trasladaron a Ciudad Universitaria, y aquí regresó durante la Guerra Civil porque el frente de Madrid empezó allá, a las afueras. Después, ya saben, todo Madrid fue..., ya saben. Su nombre completo es biblioteca histórica Marqués de Valdecilla y conserva el patrimonio bibliográfico de la UCM anterior al XIX. Tiene la colección de libros antiguos, manuscritos e incunables de la Universidad. En su sótano, hay un hospital de libros, donde reparan los ejemplares en unas condiciones óptimas que evitan su deterioro.
Ventana de la biblioteca
Acuerdo con Noviciado y lugareños del Este tempranos o tardíos
(en los años 20, este local, hoy Muleke,
fue una casa de empeño)
Este extraño edificio frente a mi portal es una iglesia evangélica.
Fue construida en este peculiar estilo mudéjar en 1913.
Es obra del arquitecto Luis López López.
Reflejo en la pescadería de los Hnos. González.
No se ve, pero se les ha quedado colgada una bandera del mundial.
¿Es por el Mundial?
Peluquería: reggaeton de nueve a nueve.
Me encanta pasar por la puerta.
Supongo que me lleva a otra latitud.
Ahí siempre están de fiesta.
The place
Vivan las mercerías de barrio
(la lleva una señora y sus dos hijos)
La calle, lado bajo: Destino Madrid,
La Rosa de Madrid (mercadillo, por cierto, viernes y sábado),
fontanería Tony, frutería Vitamina, Casa Peseta, etc. no veo).
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