Un día eres un niño rubio y mellado;
al día siguiente un viejo que jadea en busca de aire.
Ella monta en bicicleta
como el año anterior
calle arriba y calle abajo. Quiere hacer
que pase el tiempo.
Un instante sobre la tierra.
No una frase, sino un aliento, una cesura.
(fragmentos de Ararat, de Louise Glück)
12 comentarios:
Sin más, pensé en compartirle esto. Quizá quiera verlo, es de un Director e ilustrador holandés, ganador del oscar 2000 al mejor corto de animación, su nombre Micahel Dudok De Wit.
imágenes dibujadas en tinta y acuarela, luego digitalizadas. Se llama Padre e hija.
http://www.youtube.com/watch?v=hb-0Py80cMY
Decirte Aroa que me gusta el título de tu blog. LLevo tiempo enamorada del cielo, una de las maravillas es el grupo de Las Pléyades.
Poesía de las estrellas que tu nos acercas, besos luminosos.
...El tiempo pasa, nos vamos poniendo technos, y sí, un día uno es un niño mellado y al otro día es un viejo que jadea...
...Totalmente de acuerdo con ese (para mí desconocido) Glück...
...Un abrazo enorme por la ternura que se te escapa (sigue pendiente el ladrón de tinta ay ay ay)...
Brillante prosa la de Glück, gracias por compartirla.
H.J. lo había visto pero lo vuelto a ver y es muy bonito!!!!Gracias! Bienvenida
Virgi, ¿sabes que nunca he visto las Pléyades en el cielo? Sí a Orión y conozco su historia mitológica, las persigue, me persigue. Al principio del blog, hay una pequeña historieta.
Migue! Cuándo ladroneamos?
Por cierto, yo diría que Glück es una poeta no un poeto. Lo checaré. Pero creo que sí.
Gracias por pasar.
Un abrazo.
Esta Louise, además de una hijadeputa, es muy buena.
Y en cuanto a ti, querida, una día nos vas a dar un disgusto con tus roadmovies en plan realizadora orquesta.
Un aliento.
(Y añado a lo que dice NáN: Precauciónnn amiga conductora!)
Besos
Anda, pues esta es como yo, calle arriba y calle abajo, solo que yo quiero justo lo contrario: hacer que con la velocidad se frene el tiempo...
un beso
Y a mí que ese puente me suena de haberlo cruzado, para ir a por tabaco...
Delicioso el ruido del paseo en bici. Y el agua, del otro lado.
Y una vez se ha sido un niño rubio y mellado, siempre se puede ser, otra vez, un niño rubio y mellado.
Creo: al menos con las niñas, que es donde lo he probado, funciona.
la verdad que esta grabación tuvo su miga... y más de uno se quedó mirando las eses que dibujé por estar más atenta a la sombra que al camino...
creo que me chiflan los caminos, los paisajes dejados atrás
la próxima la haré desde un medio donde no tenga yo que conducir... eso espero
bueno, no prometo nada, je
qué genial
las letras y las ruedas
para quedarse clavada en ese movimiento...
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