Dicen que esta frase la improvisó Bogart en el rodaje de Casablanca cuando brindan, Rick Blaine e Ilsa Lazlo, en Paris. Fue un guiño entre los dos actores ya que, entre escena y escena, Bogart enseñaba a Bergman a jugar al póker. Con ella termina Sueños de un seductor, -Play it Again, Sam-, con Woody Allen en el papel principal.
Hay historias. Y hay historias de amor que cada vez que uno las mira comprende un fragmento distinto. O lo deja de comprender. Hay historias que crecen con uno.
Vimos Casablanca en un escenario que casi mejora una copa en el Rick’s.
Más allá del famoso triángulo, allí todos: la desilusión de implicarse en la lucha ideológica, el juego solitario de ajedrez, el agua de Vichy derramada, los “sospechosos habituales” detenidos, el ex combatiente, el líder de la resistencia, el amor, una ciudad, una estación, la lluvia, la canción, los malos, la chica guapa, las grandes frases y ese gran personaje llamado Renault ...
Pero esta vez, por encima del avión que se ve despegar desde un aeropuerto, me sobrecogió Victor Lazlo. No sé si me creo el amor de Rick, tan duro él. No sé si me creo el amor de Ilsa, la trémula, dulce y fría. Pero ayer sí el de quién gana habiendo perdido. El de quien sabe e ignora y no hace las preguntas de las que no quiere conocer las respuestas. Cuando la toma del brazo y se la lleva, Lazlo me gana esta vez. O como dijo mi compañero de butaca, “a mí me gusta el listillo que se lleva a la rubia”.
A quién no entenderé a la próxima. Porque Casablanca no se termina.
* En la versión traducida al español “a tu salud, querida” ... pero qué forma de ...
Hay historias. Y hay historias de amor que cada vez que uno las mira comprende un fragmento distinto. O lo deja de comprender. Hay historias que crecen con uno.
Vimos Casablanca en un escenario que casi mejora una copa en el Rick’s.
Más allá del famoso triángulo, allí todos: la desilusión de implicarse en la lucha ideológica, el juego solitario de ajedrez, el agua de Vichy derramada, los “sospechosos habituales” detenidos, el ex combatiente, el líder de la resistencia, el amor, una ciudad, una estación, la lluvia, la canción, los malos, la chica guapa, las grandes frases y ese gran personaje llamado Renault ...
Pero esta vez, por encima del avión que se ve despegar desde un aeropuerto, me sobrecogió Victor Lazlo. No sé si me creo el amor de Rick, tan duro él. No sé si me creo el amor de Ilsa, la trémula, dulce y fría. Pero ayer sí el de quién gana habiendo perdido. El de quien sabe e ignora y no hace las preguntas de las que no quiere conocer las respuestas. Cuando la toma del brazo y se la lleva, Lazlo me gana esta vez. O como dijo mi compañero de butaca, “a mí me gusta el listillo que se lleva a la rubia”.
A quién no entenderé a la próxima. Porque Casablanca no se termina.
* En la versión traducida al español “a tu salud, querida” ... pero qué forma de ...
11 comentarios:
Es que Victor Lazlo es la caña: Héroe de la resistencia, perseguido, torturado, leal con la causa, idealista, noble... y la película consigue que quien sería el bueno de la peli con todas las de la ley quede como el contrapunto de ese con el que se nos identifica y que es todo lo contrario, egoísta, huidor, a lo suyo, desconvencido... que tiene su ética y su código, que se nos dice que es fachada, lo del egoísta al margen de todo, pero ahí anda y al fin cuando embute a los Lazlo en un avión lo hace por amor, pero incluso en eso su idea era más noble, al menos que ella se salve, y si se la tiene que llevar Rick que se la lleve: ¡El Richard le copia la idea!
Así que bien pensado no está mal que por una vez la chica se vaya con el tipo que lo tiene todo excepto la cara de malote y la ética de presidio... Que no quita que Rick al final sea tal vez el perdedor con más clase del cine clásico. Si uno se sabe perdedor hey, al menos que quede bonito.
Gran película. Lo único, que a mí me desquicia un poco ver esos pantalones que llegan hasta el esternón y esas corbatas de un palmo de alto. No puedo desprenderme de ese lado mío literal y perro que ve eso y se queda pensando que la cremallera de ese pantalón debía medir medio metro, ja ja.
aaaaah Casablanca:
ya no hacen películas de esas
ya no hay historias como esas
ya no hay actrices como esas
ya no hay frases como esas
Siempre nos quedará París
(en llamas)
Uuuufffffffff
¿te quedarías en Casablanca o te vendrías conmigo?
Mr. Lazlo
¿yo?
¿acaso lo duda?
Lo siento, pero me quedaría en Casablanca, a pesar del medio metro de cremallera y de que de malo sólo tenga la cara.
Pero es tan fácil hablar, Sr. Lazlo, es taaaaan fácil
...
No tanto, muchacha; piensa que unos tales Julius y Philip Epstein y Howard Koch les escribían el guión.
Y así quieras que no es más fácil la cosa.
Pero la cara de malo hay que traerla de fábrica, eh.
Aunque para cara de malo yo me sigo quedando con mi buen Clint, que hasta en los Puentes de Mádison cuando sonreía bobalicón uno podía descifrar, en esa sonrisa, un "cuidadito conmigo que tengo un Magnum calibre 44 en la guantera de la furgoneta".
"Alégrame el día", buf, qué frase. Me tengo que bajar esas pelis otra vez, hmmm.
ejem,...
no te preocupes, david, siempre saben defenderse de tal calibre
clint, un nombre que suena a brindis, no puede llevarlo un malo...
here's looking at you, kid, clint clint!
Lo fuerte de todo esto es que los hermanos Epstein decidieron el final el día del rodaje.
Qué bueno, el cine necesitaba ver algo más real. Tal vez ese fue el gran éxito.
Sabés? Yo tengo una versión subtitulada en la que pusieron "por verte", no es que sea la gran cosa, ni nada.. pero me pareció digno de mención. Bien interpretado, es un lindo brindis.
Igual no hay como el original, nunca lo habrá. De hecho encontré tu artículo al buscar esa frase en google.
Un saludo!
No me molesta Victor Lazlo. De hecho es el perfecto heroe. Pero Rick se lleva la copa. Soy de preferir a los personajes secundarios. Pero Rick es el protagonico con personalidad de secundario, el antiheroe, el egoísta.
Mientras Victor, un ser casi superior, líder y defensor de sus ideas, casi un Che Guevara; mi querido Rick es tan humano y sincero. Sus intenciones son totalmente egoístas y particulares, y por accidente y no por esencia, sus acciones se volvían "buenas".
Victor, claro, como no quererlo o admirarlo, casi tan perfecto. Listo y sincero... buen esposo, amante y modelo. Rick es para mi la figura de amargura más humana de la historia del cine. No es la típica amargura afectada, con sabor a esfuerzo antinatural de guión. Es el hombre que tiene el justo derecho y la justa excusa para su frialdad (o máscara de frialdad). Es el sentimental más frívolo de la historia del cine.
Si Victor no se llevase a Ilsa, Casablanca no sería tan especial (:
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