28/5/07

1.30 a.m

ganaron las derechas...
... año amargo en política

En la redacción de El Universo de Madrid

26/5/07


If the moon smiled, she would resemble you.
You leave the same impression
of something beautiful, but annihilating.
Both of you are great light borrowers.

Sylvia Plath


19/5/07

c/Barco - Las Matas


Como la luz de un sueño

calle Barco
Cinco escaleras. Mi cuerpo baja, la tensión baja. Madrid huele a verano. Los dos lo hemos notado al salir del trabajo. A hierba que se riega, es de día y es tarde. De nuevo dan las dos. El pelo se deshace para el sueño. El polen en tu boca.


que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminando
esa parte de ti que no conoces

una mujer desnuda sale de un portal. Y le adelanto el paso. Lleva en las manos lágrimas. En la acera, me obsesiona el ritmo de sus respiraciones. Huele a perfume sucio, la calle sabe a cierre, a esquina desdoblada, a juego abandonado en el asfalto.

la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y ahora vuelvo en el coche. La espalda siempre rota. Dejo caer las horas en la falda de rayas. Me agarro a ese volante para iniciar el salto. Gran Vía siempre abierta, ella se llenaría de motivos, con todos estos semáforos en verde, y autopistas vacías. Cuánto tiempo llevará ya durmiendo. Este cruce me lleva, inevitablemente y siempre, a recordar un beso.

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros

El agua retirando los últimos abrazos de las calles. Tu me impediste el agua.

responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio

Acelero la prisa o me alcanza una lágrima. Me imagino en la cama. Ese instante en que uno, quisiera llevar dormido muchas horas, no responder a nadie. Que la piel sea el pijama, esconderse debajo de una sábana blanca. Reconocer espacios, estirar bien los brazos y no agarrarse a nada. Descubrir un olor entre las telas limpias.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces
la misma que se queda

fría cuanto te marchas

Mañana habrá trabajo. Se hará pronto temprano. Me tomaré un café y daré la respuesta a todas estas dudas que ahora mismo, no quiero imaginar. Qué difícil es mantener sola un ritmo. Apago el motor. Me han dejado abierto. Y subo la escalera con palabras empujando en la garganta blanca. Que nadie se despierte. He contado hasta tres y no has llegado. Encenderé las luces. Y romperé el espejo.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan


Nunca he sabido dejar la cama hecha, elegir bien la ropa del otro amanecer, preparar las tareas, cerrar bien los cajones del armario.

recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.


Imprimo en la almohada el gesto de una boca. El cuerpo cae despacio entre montañas vacías. Nunca sé el momento en que dejo de ser para solamente estar. Algunos días me arrepiento de no haber destrozado aquella mano que me dio de comer.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.

Antes de marcharme, lejos de este día para siempre, recuerdo que Montero seguirá recitando en el coche, donde ya no lo escucho, ese poema que me ha traído hasta casa, que ha traído este dulce amargo de limón. O tal vez fue la calle. En Madrid ya es verano, abro todos los vientos y me enredo en la cama, y pienso dónde, dónde dormirá la puta que lloraba.

Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.


15/5/07

sirocco

Es de noche. Van a dar las dos.
Tiembla un cigarro en mi imagen contra las persianas.
Nadie sabe con exactitud las fórmulas sobre lo exacto. Que nadie me venga con nombres.
Y caerá alguna mano, hasta quedar dormida.
Y todas las piezas empezarán, por su espacio, a encajar en la cabeza sin que yo haya decidido dónde.
Me estorba mucho la ausencia.
Y querré, en esa oscuridad que ya soporto, traer la risa, el dolor, la sobremesa, la media botella, los secretos aireados entre los amigos. Querré regresar a la tarde del sábado.
Abre las contraventanas de los sueños.
Anoche estuve de viaje, en una casa extraña. Arena en las paredes. Toboganes, cristales.
Tú sales del agua. Y fumas envenenado.
Recibo un mensaje. Botella al mar.
Todo el día estuvo lloviendo. Llovía todo el día y acepté su agua y desafío. Nadie recoge el guante que se hunde en el charco.
Ya vi al niño que besaba a los pájaros.
Una tarjeta de racionamiento en las manos.
Mañana es 15 de mayo y fiesta en la ciudad.
Yo iré a un café cerquita de las montañas, donde estaré de paso y seguiré escribiendo mientras todos regresan. Le robo las imágenes tendidas en las cuerdas.
Llovía mucho. Demasiado.
Y recibía un mensaje.
No era tuyo.

Ya sólo México queda despierto mientras me escondo.
Allá van a dar las ocho.
Anda a la cama.

Sirocco: es un viento mediterráneo que viene desde el Sáhara cargado de arena y alcanza velocidad de huracán en el Sur de Europa. Se presenta en masas de aire caliente.

Alguien me explicó una noche todos los vientos posibles. Yo sé muy bien que no llegué con el sirocco.

11/5/07

LOBO


Mostró sus dulces dientes
dio un aviso
un rodeo a la Luna.
Se desnudó en la rabia.
Dejó el lobo la noche en mis rodillas
y embistió las estrellas.
Ahora recuerdo
el tono azul morado de sus párpados.
Sobre la habitación
el lobo
dibujó sus arañazos.
Un círculo cerrado
madera en las ventanas.
El instinto a la espalda
las manos como pájaros.
Inerte la pasión
rodó montaña abajo.
La lluvia bebió sangre
las muerte abrió sus alas.
Escuchamos
el eco de las gotas
en la herida.
Pesaba el corazón
bajo el disparo.
Buscó a golpe de lengua
la miel de las caderas.
Mañana con la luz

podremos ir borrando
el rastro de las huellas.

5/5/07

Llevo dos naranjas en una bolsa. Venezia amanece sobre sus venas abiertas. Hoy la ciudad huele a fruta, a despertarse y tener el cafe hecho. Los desenlaces dormidos. La humedad. Llegamos atardeciendo en los bordes de los canales. Postal misteriosa de carnaval. Por tercera vez visito la ciudad de las máscaras. Nosotros también nos la ponemos. Nos disfrazamos de olvido, movemos la boca entonando un rumor de mercader pirata. Es la belleza de las caidas, la suave belleza de lo viejo.
No sé lo que tiene que a pesar de ser tantos en ella, no se hunde, y hermosa resurge de sus aguas para ser escenario del juego urbano.
Venezia se salva de la vieja Europa. Es un inmenso bazar de imaginaciones y deseo. Miro la luz de todas las habitaciones de sus hoteles de noche, con las hiedras trepando por las espaldas y construyo escenas, sonidos que escapan de sus ventanas. La imagino vacía, en invierno. La imagino desnuda, con neblina, sin góndolas turísticas, sin cámaras, sin palomas enloquecidas.
Pero Venezia tiene este aquí, este así y este ahora, tiene esta sombra de duda, este quebranto opaco de violín. Venezia se presta para salir bien en los recuerdos, aunque sabemos, que seguimos disfrazados.
Yo he viajado siguiendote entre sus callejones oscuros y tú no olvidas que llevas siempre puesto el antifaz.