29/3/07


buscando la fórmula
(y perdón si haciéndolo profano)

25/3/07

la trampa y el vino


Dos copas de vino. Un fluorescente en la cocina retirando la magia. Ahogarse en rojo, fundido a negro. Te vas. Cierra la puerta. Has ganado. Cierra la puerta. Intuyo en la memoria los recuerdos que se vienen. Me voy a la ciudad donde no nos tomamos esta fotografía. Estoy tratando de salir de la trampa. He caído, qué gracia. No estoy aquí por miedo. Aburrimiento, soledad, riendas sueltas. Las palabras que duelen se olvidan. Las palabras que nos protegen suelen hacer daño a quien las escucha. Cierra la puerta. Entra el frío de la noche, se esconde dentro, debajo de los párpados. Mientras miento, redescubro el dibujo, las líneas. La espiral en la espalda. Las manos que trepaban. La radio emite y emite canciones. Me voy a la ciudad de las brújulas, de los claveles y las estrellas. La ciudad donde no estuvimos, donde aún no nos emborrachamos. Me baño en las trampas del vino, el inducido olvido de la embriaguez. Tú también te has olvidado de todo. Las noticias se abren paso desde otras capitales. Unos ojos te encuentran en el centro. Pasan cosas, a todos nos pasan. A mí también. Los ojos también rojos, como el vino, cuando cuelgo un teléfono. Nadie es importante. Nada circula alrededor de nadie, pero hay personas que de pronto nos caen del cielo camino de regreso. Delirio. – Tan sólo tu silencio en el vacío, donde no lo atraviesan las guitarras, ni la puerta de atrás, ni la penumbra del rito de tus formas. Tan solo este vacío que se pega a nuestra piel y esta tristeza hermética. Tan solo este terrible balbuceo de regresar al punto de partida. – Ahora, por favor, cierra la puerta. Sal.

20/3/07

hacia atrás


Renegar es difícil. Ahora imagino una carretera. Un coche blanco. Yo esperando palabras en un barrio del sur de Madrid. Esperando un pasaporte. Reconozco la sensación de la rabia en la punta de los dedos, de la lengua. Tal vez fue la lengua, la-mía, que a veces se retuerce y se niega, reniega. Ya solo queda arrancarlo. Llegar a aquella explanada, y arrancar a golpes la sensación. Cortar las conexiones de la memoria, provocar cortocircuitos en todo lo que duele, desdoblar los recovecos, limpiar los rincones, exorcizar la tendencia de las lágrimas por ver el aire. Volver a aquella cala en una isla más allá de nuestro sur, cuando las páginas estaban vacías y no había nadie para decirme que no tomara aquel barco.

14/3/07

despierta...

Antes de conocerte, mucho antes, pensé en perseguirte por la ciudad blindada, con sigilo, inventar una fórmula para tu nombre, reconstruir tu historia a partir de aquel gesto de levantar, en el momento en que yo salía por la puerta, el vaso. Solo una noche y quería precisar donde vivías. Tendría que seguirte de puntillas por las nubes. Ser una sombra y no quitarme el antifaz y aquella capa de batallas ganadas que entonces avalaba mis ojos. Antes de conocerte, ibas vestido verde agua - tan lejos tú de lorca - , qué facil recordarte, tu voz también sonaba como el agua, a habitaciones donde el sol quiebra las persianas, donde duermen niños hasta entonces, cuando alguien los despierta y les sacude las sábanas del polvo de las hadas. Quise saber como despiertas.


Puede nacer el amor de la curiosidad?


(primera parte: escrita antes, mucho antes... )

11/3/07


M-604. Valle de Lozoya. No estalla la tormenta. Los recuerdos vienen y no se van. Algo susurra cuentos de otros continentes en mi oído – "siempre hay un instante que apacigua los celos, y una radio emitiendo canciones para temblar, un instante propenso al amor turbulento. De qué sirve aferrarse a los mitos, si olvidé cómo suenan las sedas al rasgarse en umbrales de especias y ese tacto de pulpa que dejan las guayabas en la lengua, al límite de la luz en los balcones" - leo. Y regreso al volante. Se va rompiendo el hielo. Un río corre con nuestra risa. Se enloquece la veleta. Atrás y sin retorno el invierno se muere cuando giramos la última curva. Quedamos descubiertas, desarmadas, cara a la primavera. Habrá que sonreír. Entre las piernas una lágrima embalsa la tristeza.

5/3/07

eclipse en marzo

Luna roja anuncia guerra. Escondernos por el mundo. Tus manos, material sensible, las mil terminaciones, sus líneas, el camino deslizando cuerpos de mujer. La herida entre los dedos, el lugar que nos hizo tanto daño. Detrás de la locura suena un tango. Las cartas, los hilos negros de la pena. Bucear por las calles despiertas de la madrugada de mi ciudad. Caminar. Caminar hasta donde la conciencia sabe que te dijo adiós aquella noche. Indagar es palabra que abre inevitables surcos.