29/11/12

buscando a M.L. I

Me bajo en Sarrià y enseguida veo apuntalar el frío de la mañana la torre del Col.legi Sant Ignaci. Es tal y como M. lo ha descrito: enorme. En realidad, no parece un colegio. Sobre todo, dentro de su capilla, no parece un colegio. La construcción tiene bastante más gracia que la catedral de Madrid, por ejemplo. Da mucho miedo imaginarse allí una sotana, dentro de ese confesionario, preguntando a un chaval de hace 80 años si se toca o no se toca. El eco del griterío infantil me agarra a la realidad. Hago algunas fotografías de estrangis en lo oscuro. Memorizo los rosetones. Paseo por los pabellones, la lluvia fuera, entre las orlas que parten de 1940. Es una pena porque mi alumno favorito salió de allá en 1931 y no aparece su fotografía. Luego la guerra, el incendio y todo lo demás.

Col.legi Sant Ignaci

No encuentro, ya fuera del colegio, el cauce seco de la Riereta (si alguien sabe, por favor, comente) donde sé que a M. le gustaba ir a pensar. Él es así, pensador. Me encuentro a un par de vecinas rubias-sarrià, que me hablan de los Margenat, del francés de la casa verde, de las cuatro generaciones que han vivido en ese palacete. Fotografío todas los edificios, pero sigo sin encontrar el rastro de Miguel. Pienso en la descripción: jardín, dos columnas, terraza, una buhardilla.

Casa en Sarrià

Bajo por el carrer Major de Sarriá, es bonito, desconchado y burgués. En la plaza, imagino los furgones de la policía bloqueando la calle en los convulsos años 30, las banderolas, los gritos de "visca em Macià", "mori em Cambó", "visca Catalunya lliure" aquel 15 de abril de 1931; banderas rojas y negras por el Paseo de la Bonanova sobre La Internacional.

Placita en Sarrià

Despierto de la siesta cuando ya es de noche sobre el Raval y vamos a Sant Andreu. Espero a Clara en una cafetería reordenando los recuerdos ajenos. Luego entro a su clase de baile y no diré nada de la fauna que allá vi... porque eso sería un flash forward muy kitsch.

Les recomiendo mucho este video de cómo se proclamó la II República en Barcelona y en Madrid. Aguanten al noticiario por favor (minuto1,20) Qué felices éramos. Qué poquito duró.

27/11/12

memorias

Llevo unos días viviendo en la Barcelona de los años 30. Tiempos aún más convulsos que estos. Así que, en vez de hacerlo desde mi silla -vistas al patio-, me voy para allá. Con mi lupa y mi gabardina, a seguir el rastro de Miguel. No saben la felicidad que me produce el plan. 

Adeu