19/6/08

absurdo cojo

Los neurotransmisores flaquean.
Las venas pulsan las articulaciones con espinas.
El dolor nace.
Cuando el pelo hunde su raíz en el cráneo, buscando el tacto de la sangre.
Las oficinas están envenenadas de desilusiones.
Los señores de la guerra son hoy los que llevan carpetas bajo el brazo. En ellas no está ni tu nombre ni el mío escritos. Ni esta historia de amor sin barracudas cercando.
Pero no llevas oro. Al menos que lo vean. Pobres rotos diablos.
Prehistoria de los sueños. Qué quería. No recordar. Desarmar el diario de los imposibles. Entramar las aceras de los vampiros. Sustraerse de todos los horarios y las flaquezas. Comerse el sol. Indigestarse de pasiones. De sábanas y líquidos.
Qué hay del contrabando. Contratiempo.
La gitana palmea. Lleva un pañuelo largo de trenzas del deshielo.
Los señores me llaman.
Me dicen, vuelve. Eres cómoda. Plácida. Tranquila.
No te quejes, chamaca.
Y los niños, les digo. A ellos qué les queda. El veneno climático, la carrera y arriba, la luna en vacaciones. (Su carita palideció de pronto como una espera agotada).
Y entonces érase un cuento. Y un nudito. Y un velcro sujetando los zapatos a la calle. Ahora vuelvo a ser yo Barbie de día. Ahora eres tú, desnudo de noche. Si aprietas la boca se disuelve el undo en una felicidad de carreteras y puertos y nubes. Pero doy otro giro más y el corazón revienta. Y en la caja de herramientas de mi padre no hay clavo que desquite la desgana ni instrucciones que reparen lo quebrado.
Ahora sí. Se asustaron. De esta gramática coja, de este vocablo pretérito, de esta semántica tuerta de optimismo. La soledad madrileña sin otra morfología que dícese del nacido en.
Y les digo qué quieren.
Para la felicidad a mí me basta la vida.
Dejenme morir, al menos, en palabras.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

uuuuuh chamaca!

Anónimo dijo...

Para la felicidad a mí me basta la vida... Lo suscribo plenamente.
(Y de paso te agradezco enormemente que ayer arroparas a la niña en la presentación. De verdad, muchísimas gracias)

Gemma dijo...

Las palabras no te las quitan. Seguro.

Anónimo dijo...

de nada bruja roja, un gusto!

a veces me las compran, que casi es peor...

Anónimo dijo...

EL ARTISTA DEL ALAMBRE
LE HABLA DE LA GLORIA
A SU PROPIA SOMBRA.
HAN PASADO DEMASIADOS AÑOS
DESDE LOS DIAS DORADOS
CUANDO FUÉ PORTADA
DE TODOS LOS DIARIOS.

AROAMD dijo...

vuelves