Ponerse al lado de una réplica exacta de Little Boy y Fat Man, aquellas que reventaron en Iroshima y Nagasaki, es posible.
Comprarse una casa en la ciudad del Medio Ambiente, por la que han destruido el paisaje soriano, está al alcance de algunos.
Un chaval de 18 años, se caga en sus padres, literal que no literariamente, en El País, pueden leerlo durante todo el mes de agosto, una columna diaria.
Batman bate un récord de taquilla y a mí ayer, entre la cena y las llamadas, me gustó la primera.
Yo paseo en chanclas por una Gran Vía temprana. En vestido de piscina pienso que he perdido esa periférica costumbre de ponerse guapa para venir a Madrid. Tomo café y tostadas con tomate y aceite y moteo el periódico de gotas transparentes. Pero suenan Silvio y Drexler, de regalo.
No entiendo nada aún, ni de hipotecas, ni déficit ni deuda. No entiendo de ingredientes antiguos ni de límites al abrir la boca. De la historia reciente la Europa del Este. Me cuestan los diptongos, los hiatos. No sé los ciclos de las plantas. Ni cómo mi CV sería deseable.
Así parto el 2008 cuando entonces yo asomaba. A las 10 en punto.
Vamos a celebrar el mundo, tal y como es... hoy no es día de ponerse quisquillosos.
8 comentarios:
pues no, no nos pongamoas quisquillosos.
Felicidades, por cierto.
lástima su lejanía... si no... te ponía el mambo na más aparecer!!!!
(claro que tendrías que venir con esa carilla puesta ... para reconocerte)
Celebremos pues.
Buen verano.
Tiempo de verano, de chanclas y vestida para la piscina. La ciudad puede ser un itinerario de desórdenes, una fiesta. Tú tienes la llave...
Besos
Tienes razón: ¡hoy es fiesta!
Pero otro día ese mundo, si quieres, nos ponemos a cambiarlo.
yo tengo ese recorte de Forges pinchado frente a mi escritorio!
q tal la gran fiesta de la noche del día 1???
qué me perdí?
abrazoooooooooooooooooo
Queen, feliz cumple aunque con dos días de retraso. Es lo que tiene. Ya ves, yo, desde la periferia de tu día, te visito y felicito. Siempre está bien ser una informal en medio de las cosas importante.
Mecagontó, yo no estaba el 1. Y me apunto a cambiar el mundo antes de que él nos cambie a nosotros. Parece ser, que nos lleva ventaja.
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