9/2/08

No te preocupes, podemos llegar con un depósito y cinco discos. Donde la arena se clavó estrechísima en nuestro pulso. Bostezar a los cristales del calor. Mirar África. Que levantes el brazo y señales el barro y nuestras pieles. Enviar un mensaje sin historia. Ahora quisiera decir no muchas veces decir no. Y que luego fuera sí al final en la terraza. Donde las sillas de rayas y el vermú de las 2. Donde el recorte. Y el coco y el aceite y la tripa. Y perder en las rodillas el sentido de la verticalidad que nos producen las semanas. Vacaciones por ti, y conducirte, dar vueltas con la mano sobre el pecho, parabrisas de frente. Despeinarnos. Quedarnos en la arena. Recordar que dolía el contraviento. Pero el reflejo. Y volver al coche y más kilómetros. Llegar hasta una casa donde el sol se ponía sin fascículos. Donde todo era sol. Era poniente. Y el río desertándose de tanta bajamar. Desembocarnos el uno en el otro. Dar el agua, los peces, los abismos. Bucear por las sombras de las dunas. Arrancarnos corrientes subterráneas. Luego dormirnos fuerte. Dormirnos y quemarnos. Después hielo y atlántico. La tarde la tarde la tarde que cae por la ventana, se derrama y la noche



y las excusas para empezar de nuevo.

8 comentarios:

Lara dijo...

Qué piel tan bonita
y cómo me gusta leerte
tanto.

Gemma dijo...

"...Desembocarnos el uno en el otro. Dar el agua, los peces, los abismos. Bucear por las sombras de las dunas. Arrancarnos corrientes subterráneas. Luego dormirnos fuerte. Dormirnos y quemarnos. Después hielo y atlántico..."

También a mí me gusta mucho leerte.

Anónimo dijo...

Allí la playa
y un abrazo.

david dijo...

¿No preocuparse con cinco discos? ¡A saber qué discos!

Miedo me dan a mí, cinco discos, si fueran todos tuyos. Como miedo me da leerte.

A mí también me gusta, claro, es decir, me suscribo al club de los arriba firmantes, pero sobre todo me da miedo.

Pero es ese miedo agradable de las botellas sin abrir y de los libros sin leer y de las cartas cerradas y de los viajes a lugares lejanos a los que de ganas de ir, a uno le da, eso, un miedo agradable.

O igual no es miedo la palabra, total, cómo describir eso, es decir esto, empujándolo dentro del diccionario y esperando que quepa en la caja que tiene la forma de una palabra u otra, hum.

Hum, hum, hmmm.

AROAMD dijo...

gracias a los 4!!!


allí la playa
es que ale, si me vieras las ojeras que tenía ayer...
todo llega de golpe, ¡zas! y hola vida!

no te preocupes david, cinco discos a repartir, que no soy una dictadora de: este es mi coche, o mi casa, y se pone lo que yo diga... (un miedo menos para tí... o lo que sea)

¿miedo a leer? que te imagino ahí con los ojos medio cerrados y mirando de refilón por si sale una mano de la pantalla y te amenaza en plan animal de la selva ...

y no va a pasar, tranquilo hombrecillo... no con esta palabrería recurrente y vieja

besos para todos

david dijo...

Hum, que saliesen trozos tuyos por la pantalla me parecería hasta bien, ¡fíjate!

Aliviado quedo respecto a lo de los discos, sobre todo ahora que lo veo por escrito (procedo a guardar pantallazo y guardarlo con fines jurídicos, ala).

Y no todos los miedos son malos. Algunos saben dulce y prometen latidos a mansalva.

Miguel Marqués dijo...

Yo me quedo con todo, desde el nacimiento hasta la desembocadura. El depósito lleno (o quién sabe, si alquilas un coche malo), el motor que no arranca, los discos de memoria, la quemazón hasta en los ojos; en vez de cama, dunas; en vez de cine, contraviento.

Me quedo con todo, menos con la foto, que no es por desmerecer (suscribo lo que dice L de la piel: es una suerte de admiración de trovador provincial), pero la cambio, me comprenderán, por otra de una que conozco, espigada y de piernas largas y claras como la arena atlántica.

Parece que lo haya vivido! O lo he vivido? Lo hemos vivido, L?

Qué coincidencia tan completa.

¡A mí también me gusta leerte!

AROAMD dijo...

ops miguel!


yo estaba deseando vivirlo
rescatando sensaciones viejas pero mirando hacia adelante... para que lleguen que lleguen

atlánticos o mediterráneos

algunos miramos las historias distintas con ojos parecidos

un abrazo