la casa roja ahora es más bien blanca, pequeña y en vez de jardín tiene balcón...pero también reparte vino y estremece de tanta risa...y te espera...siempre con las ganas preparadas... para perderse en tu abrazo profundo profundo tan tuyo...
con ese barrio ahí con esa exposición que tiene de la poeta del 27 que yo quería ir a ver hoy, y luego desayunar por ahí y leer un librito en algún rincón
con tantas cajas por hacer
y tantas botellas por abrir y brindároslas
espero espero... que pase el huracán gripal... en el sofá, un beso
A partir de este momento me declaro de nuevo partidario de la propiedad privada, o incluyo tu casa, además de mi Nikon, que ya tenía su hueco legislativo. Y mi portátil. Y Caracol, claro. Y mi cama, trademark y todo eso, a estas alturas de la vida.
amigos! quedan invitados a estremecer el vino todos... muy pronto pero no hablaba yo de eso en esta entrada sino mucho más prosaica de cómo una amiga con la que compartí una casa (roja la casa y ella y yo y las otras dos que aparecen en la foto) me reclamó presencia el sábado de madrugada... a través de un mensaje... pero sí, todo se contagia del suceso que se me viene
abran los buzones que pronto recibirán la invitación
(ay... yo voy quitando el polvo a las copas...)
david, y por dios, las setas rojas sobre fondo azul que no sean de todos, esas tuyas no más (que aquí quede)
10 comentarios:
Y luego está el barrio, para pasear sola y pensar.
Que todo te sea perfecto.
Habrá que encender el vino, rojo o blanco, y brindar contigo prontito.
la casa roja ahora es más bien blanca, pequeña y en vez de jardín tiene balcón...pero también reparte vino y estremece de tanta risa...y te espera...siempre con las ganas preparadas...
para perderse en tu abrazo
profundo
profundo
tan tuyo...
entre dosis y dosis de sueño paso por aquí
la fiebre me tiene agotada hoy
con el sol que hace
con ese barrio ahí
con esa exposición que tiene de la poeta del 27 que yo quería ir a ver hoy, y luego desayunar por ahí y leer un librito en algún rincón
con tantas cajas por hacer
y tantas botellas por abrir y brindároslas
espero espero... que pase el huracán gripal... en el sofá, un beso
¿ESTÁS ENFERMA?
PUES DÉJATE CUIDAR.
lA FOTO... T VEO DESPUÉS DE MUCHO...
UN ABRAZO FUERTOTE MUJER.
¡Ponte buena! (Hemos caído todos.)
Casa nueva, nueva luz??
Compañera,
ha llegado la hora de estremecer el vino.
La fiebre apura su hebra de delirio
Alguien no aguanta el silencio de una casa vieja.
Tu frío de enero es mi calor de un sur hirviente
Comprar trozos de hora en las esquinas
Para que llegue ésa, la reclamada, la única incierta, la revelante.
El escozor del amanecer en todas partes
Y nuestra noche vencida a golpes de retama, a pinchos de florcitas amarillas en los dedos.
Salud, compañera. Y que encuentres la hora.
salud!
sí!
que si no, no puedo muchas cosas
¡Pro-pie-ta-ria, pro-pie-ta-ria!
A partir de este momento me declaro de nuevo partidario de la propiedad privada, o incluyo tu casa, además de mi Nikon, que ya tenía su hueco legislativo. Y mi portátil. Y Caracol, claro. Y mi cama, trademark y todo eso, a estas alturas de la vida.
amigos!
quedan invitados a estremecer el vino todos...
muy pronto
pero no hablaba yo de eso en esta entrada
sino mucho más prosaica
de cómo una amiga con la que compartí una casa (roja la casa y ella y yo y las otras dos que aparecen en la foto) me reclamó presencia el sábado de madrugada... a través de un mensaje... pero sí, todo se contagia del suceso que se me viene
abran los buzones que pronto recibirán la invitación
(ay... yo voy quitando el polvo a las copas...)
david, y por dios, las setas rojas sobre fondo azul que no sean de todos, esas tuyas no más (que aquí quede)
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