Mostró sus dulces dientes
dio un aviso
un rodeo a la Luna.
Se desnudó en la rabia.
Dejó el lobo la noche en mis rodillas
y embistió las estrellas.
Ahora recuerdo
el tono azul morado de sus párpados.
Sobre la habitación
el lobo
dibujó sus arañazos.
Un círculo cerrado
madera en las ventanas.
El instinto a la espalda
las manos como pájaros.
Inerte la pasión
rodó montaña abajo.
La lluvia bebió sangre
las muerte abrió sus alas.
Escuchamos
el eco de las gotas
en la herida.
Pesaba el corazón
bajo el disparo.
Buscó a golpe de lengua
la miel de las caderas.
Mañana con la luz
podremos ir borrando
el rastro de las huellas.
3 comentarios:
cuando alguien me saca los dientes y le veo los ojos, si esta cerca, muy cerca, tanto que siempre sabe quien soy, lloro.
llorar de miedo?
lobo-hombre... el hombre que es un lobo para el hombre... la noche que lo despierta, la luz que lo esconde... entendido
laura
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