No llevábamos música, un par de discos que nadie quiso escuchar. Bebo Valdés al piano sobre un fondo de alcornocales y agua que se come las orillas. Siento ganas de escribir del vértigo lento de la copa alta de los árboles. Pero está prohibido. Ahora que hasta los posmodernos se han vendido. Y todo es purobit. click-click. Desatención.
Que decir follar ya no provoca.
Eso pienso mientras sorteamos la sierra.
Luego me quedo helada en la siesta. Una hormiga ha trepado al hocico de mi perro. El sol calienta mi lado izquierdo. El derecho, acostumbrado al refugio de los inviernos, es carne y frío.
11 comentarios:
Decir follar ya no provoca, pero decir prohibido sí. Y árbol.
Besos, Ar!!!!!!!!!!!!!!!!!
Maravilloso.
vaya, que ganas de poner al sol mi lado derecho...
envidia y sol, nos vemos!
Qué bonito, Aroa.
Lo bueno si breve dos veces bueno...y tu lo haces patente después de recorrer varios de tus post...enhorabuena y un abrazo de azpeitia
Y no sólo los posmodernos.
Besitos, también al perro.
Qué concreto, y qué acertado, Aroílla.
Un beso.
Un placer pasar por tu casa,
que disfrutes estas fiestas.
un abrazo
Gracias por pasear por acá, por esta quejita suave para lo que pienso, por posaros como hormigas en el hocico. Estamos tan desnaturalizados en las ciudades!!
Estupendo post el que nos has dejado. Un placer haberme pasado por tu casa.
Saludos y un abrazo.
Ser hormigas y correr aventuras increíbles.
Publicar un comentario