me visitan
en una página web
donde resumen
sus vidas.
No hay hora del café.
Jorge ha colgado una foto.
María ha cambiado su perfil.
Felipe con su hija que no vi en Villahermosa.
Carlo se apuntó al grupo
amigos
del trabajo.
Nuestro bar es una mesa plana
que no huele ni aúlla si hace frío
donde, quiero desengañarme,
no siento que riamos
a voces
ni que nos pasemos las manos por la boca.
No hay nudos de tensión entre los cuerpos.
No responde si pregunto
donde fue que hablamos todo aquello.
Pero veo una fotografía
que yo hice
y me deja colgada una mañana entera
ubicando.
La red se está quedando
-pegados como moscas-
mis futuros recuerdos.
2003, por mucho que digan los números rojos
15 comentarios:
me encanta tu nostalgia
y eso qeu yo me siento... cicatrizada
figúrate lo zumbada que andaba yo na más volver... insoportable
desde aquí agradezco todas las paciencias que me dieron cada evz que decía, pues en...
Pero oye, a pesar de que no hay tacto, no hay besos, no hay abrazos, ¿y lo feliz que te hace saber que por lo menos están localizables? ¿y la pena que te da cuando borran su perfil? No te recomiendo la experiencia.
Hay que verse, pero va a ser ya en el 2009, ¿o qué?
Un besito, guapa.
Los amigos están cerca, aunque no los veas. Pobres de nosotros si nos abandonan.
si, si alguno anda leyendo que yo sé que sí,... que no me deje de decir cosinas...
de darme señales de su existencia...
como sea, feisbuc, aqui, email...
messenger... tengo toda la colección de hilos
si, si alguno anda leyendo que yo sé que sí,... que no me deje de decir cosinas...
de darme señales de su existencia...
como sea, feisbuc, aqui, email...
messenger... tengo toda la colección de hilos
En realidad no es tan diferente de cuando se escribían cartas. Solo que no llegaban de inmediato y eran personales. A cambio las posibilidades de volverse a ver eran reducidas.
Es decir, las palabras siguen siendo un soporte seguro del cariño.
Ahora están en www y, como siempre, hay quien no aparece, quien dice idioteces y quien dice cosas que llegan.
números rojos mentirosos...
es que yo creo, mi estimado nán, que escribir una carta requería que el remitente se tomara ciertas molestias al hacerlo, ahora es tan fácil darle a 'enviar' sin pensárselo dos veces...
y luego están los messengeres, esas ventanitas que a veces parecen el salón de una casa, donde te dejan saber qué hace una persona a diez mil kms, cómo está, incluso la puedes ver... pero... por eso, engañan... no es cierto, la distancia ES la misma... la gente es muy osada por chat y por email...
ahora, a mí que no me los quiten... que me vuelvo loquita
hola madre de Aroa, soy David,... cumplo órdenes y te saludo mientras como osos de chocolate. ¿osos? Son nubes. Y están forradas de chocolate. ñam, ñam, ñam... ( por cierto, hoy en el trabajo me he acordado de tí, hablaban de paellas ricas y yo he asociado ideas )
Nada más (meneo la cabeza)
adiós mac.
besillos de ojos entornados.
O sea que la red está quedita... Entiendo tu nostalgia, de alguna forma, aunque algo más indirecta, también la vivo. Un saludo, al fin y al cabo todo está dentro
Me llenan más tus comentarios y tu nostalgia cuando compruebo tu edad. Da un abrazo a tu madre de mi parte.
oh, una madre mencionada en dos comentarios... jiji ...
Gracias Rodolfo por volver a esta casa.
Bienvenido libro!
David... ejem!
Tal vez no tengas tacto pero si contacto con ellos...Sigo por aqui.
me ha encantado
muaks_Karin
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