Subiendo al Sur llovía mucho. Un libro en mi mochila se llena de agua. Las dos llegamos pronto. Pero Subiendo al Sur está cerrado. Un par de claras y hacemos cuentas con los boletos, con los días, con el verano. Al final llegamos. Sabor de fuera. Calada hasta los versos. Caladas al cigarro. El azar deja México sobre la mesa. Conjuramos futuros en esas calles. Una revolución cumple años embocando claveles en los fusiles. Subiendo al Sur.
4 comentarios:
jo jar...no se que decir...a veces me parece que el tiempo y las huidas nos alejan de esas mitades de nosotros mismos y nos convierten un poco en desconocidos, también de nosotros mismos que en vez de avanzar retrocedemos y en vez de conocernos nos desconocemos, nos sorprendemos....
pues resulta que venía hoy yo caminando por oranienstrasse, aquí, en la ciudad del muro, con el calorcillo de este verano prematuro de la era post-cambio climático y he pensado en las cañas que querría tomarme...en la gente con quien querría
compartirlas...la vida está para vivirla acompañada...
es verdad...
y que hago yo caminando sola...¿seré idiota?
und die Hälften, die wir treffen, wenn wir flüchten? ...
A veces da la sensacion de que solo somos lo que le falta a nuestros amigos para ser nosotros. Conjurar el futuro es el sortilegio perfecto para la decepcion, ¿ No crees? Disfruta en el pais de los espaguetis, Aroa.
BESO DESDE VENEZIA
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