Haces las maletas y te vas, y crees saber a dónde. Pero no es cierto. La vida gira y concluye si quiere ahora mismo. Y abres los ojos el domingo en la misma ciudad, Barcelona, y a tus pies el Raval es atravesado por un sol sanguinario. Enseguida vuelve la rabia y no queda otra que pasar una página y sí, hay cosas peores, pero, por ahora, maldigo a todos los marineros que me dejaron en tierra.
Luego me siento culpable por no dejarme llevar por el optimismo de encontrar fácilmente un lugar donde desayunar en la calle un domingo temprano, croissant y café con leche, lo único de lo que nos hemos alimentado desde que salimos de casa. La desilusión está tendida bajo mis ojos, como ropa remojada por la lluvia.
Hoy, ni la humedad es mi aliada. Las calles son demasiado densas y pegajosas para seguir tirando del par de maletas. Todo se vuelve circunvalación de un destino inexistente. Descrédito.
Será muchas horas después, el mar explotando dentro de mi boca al masticar la crudez del pez desalado, cuando pueda olvidar, por un instante, el laberinto.
Durante toda esta primera parte, el Fotógrafo está más tranquilo que yo, que soy toda furia y lágrima fácil.
El pueblo medieval donde dormimos, nos presta su empedrado y nos abraza.
6 comentarios:
Bueno, ignoro a dónde habíais planificado ir pero Cadaqués, a pesar del turismo masificado, es un lugar precioso, igual que casi toda la Costa Brava. Yo viví en Bañolas diez años y puedo decir que Gerona, tanto la costa como el interior, es una provincia bellísima.
Eso sí, la humedad de Barcelona me mata.
Espero que finalmente hayáis podido ser felices a pesar (o a causa) de todo.
Nosaltres somos felices con cualquier rinconcito de mundo. Pero yo no dejo de refunfuñar cada vez que lo pienso. Abrazos!
Ya veo que el plan se estropeó.
Todo tiene alguna razón que entenderemos más adelante.
Besitos, Aroa, linda
Cadaqués tiene su aquel, y su porqué. Verás.
Un beso a mi tierra desde esta.
Virgi, yo no comparto la idea de que todo lo que sucede tiene una razón: yo creo que el mundo sucede, sin más, y que luego nosotros, personitas, le inventamos explicaciones, pautas, razones, motivos, patrones. Y de un cielo cuajado de aglomeraciones de hidrógeno y hélio deducimos constelaciones, héroes griegos, dioses borrachos y horóscopos. Y eso conduce a lo que conduce, que como poco suele ser a la perplejidad.
Por ejemplo, el motivo de todo esto no podría ser otro que lograr que los croasanes nos dieran alergia. Está a punto de suceder.
En cualquier caso todo esto es muy bonito, y bueno, aquí la gente es entrañable. Después de sentirnos objeto de cachondeo y patata caliente en manos de la gente de la agencia de viajes, es muy terapéutico venir aquí, a la costa catalana, y encontrar gente que te trata bien, que te aconseja, que te escucha, que comparte, que sonríe, que te hace sonreír, y que te da de comer de puta madre.
siempre positifo, da
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