Primero estaba yo, sentada una manta rayada de Sayulita - el miedo afilado a los pelícanos- en el suelo, la postal que recogió la rabia sobre el puente de Praga y el espacio perfecto para criar un gato siamés
o un poema.
A veces, por la noche, escondite para la sed, requería unas manos. Una imagen que conquistara mi espacio en blanco.
Hola Aroa mi primer comentario en tu blog es, como no, para preguntar una tontería: ¿eso de la esquina superior izquierda es un sello de la asociación contra el cáncer?
Me he quedado clavado a esas fotografías y esas palabras que mecen. Me gusta, y mucho, la forma como escribes. "Hubo una vez que reconocía el olor de las comisarías húmedas, de la carne expuesta". Bueno, muy bueno.
9 comentarios:
deseo
que tengáis
un espléndido viaje
(qué risas con la foto elegida, quién te iba a decir)
¡¡¡Clinisbu!!! ¡¡¡Clinisbu!!! ¡¡¡CLINISBUUU!!!, ji ji.
Hola Aroa mi primer comentario en tu blog es, como no, para preguntar una tontería: ¿eso de la esquina superior izquierda es un sello de la asociación contra el cáncer?
Hola Jorge, welcome!
pues... la neta... que no lo sé
lo miraré en casa que lo tengo grande... y te cuento luego
besoooos
¡Oh, él!
El vaquero entre los vaqueros.
Y los gatos, que se prestan a la poesía libre y salvaje.
ese poema sale rebelde, como mas me gusta...
vi que leias a Roberto Bolaño. A mi sus libros me cambiaron la vida...
una suerte en mi tarde de martes encontrar tu rincón
Me he quedado clavado a esas fotografías y esas palabras que mecen. Me gusta, y mucho, la forma como escribes. "Hubo una vez que reconocía el olor de las comisarías húmedas, de la carne expuesta". Bueno, muy bueno.
Roberto y Psycomoro, ¡bienvenidos!
Gracias por encontrarnos en este punto de este viaje.
Virgiii. El vaquero entre los vaqueros... jejeje... hasta el sombrero me tiene...
Noraboa.
Y que lo paséis muy bien.
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