Ojeo los periódicos y el tiempo de las nubes. No pronuncio algún nombre por miedo a ver la herida. No digo las palabras que debiera decirle. Luego digo algo inútil, mágico, irreparable. Voy a la universidad tan de mañana que sigo deseando lo mismo que en la noche en el trayecto. Y me agarró al volante rescatando recuerdos de ayer, de hace tanto. Un fantasma me escupe su veneno en los ojos. El sol sale en la sierra. Nieva dentro. Él me lee hoy inquieto esto que te cuento, decidido y cobarde. Yo también me he escondido. Solamente los bordes de las sábanas conocen el secreto.
4 comentarios:
Hola aroa, qué bonito mi niña. ¿Otra vez camino a la universidad?.Ese breve sol de madrid sigue dando calidez a las ideas. Espero que nos veamos pronto.Estoy al norte. Z.
jarou, tú que te desayunas?
y son ellos sabedores; los rincones otoñales del dolor hecho lupa, migrañas lisonjeras operan a techo abierto sin cesión ni freno alguno; tan sólo muerden.
Luego la ventana, rompe, entrevera; se hace quijote e intempesta soñadas adolescentes el borde de ésta, mi cama; mi universo infantil. La sabana recrea orgasmos levitantes y exigen mi atención; tan así es que no puedo escapar de ella; ... me despierto y sin aviso mi sigue, me consigue hasta la ducha, hasta el primer café; hasta la parada del omnibus y luego, y como con pasos de paloma, se sienta adentro comnigo, me acompaña, me nubla.
Más tarde la calle habla en su idioma, y su cuerpo se hace cedro en el primer árbol hasta romperse en hoja, luego gotea la gota su savia eponjosa hasta mezclarse con el alquitrán roído de la acera... Nadie la observa, nadie la ve, tan pronto me giro un golpe de viento guapo me pone a volar la blusa, intepreto su mensaje y la sigo, la consigo de nuevo aquí adentro, pero se me escapa como mano a la poesía.
Como estrella busco presa en una inonencia cualquiera, la visto y la recubro como un vagamundos cualaquiera.. pero se me contagia un mujer viajera, y la temo y no por quien es, sino porque quién fuí cuando fui con otras y de nuevo soy prisionero sabandeño de mi cuarto hecho esuquina; de mis quejas hechas canción.
viajes de mañana jul, inmóviles...
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