16/3/09


FUI LA ÚLTIMA
en la genealogía del amor
del tanguero.
Pero me vio llorar
y escribió cien poemas.
No habrá tregua en la deuda
que padezco.


11 comentarios:

  1. "No habrá tregua en la deuda que padezco" es de esos versos que se clavan.

    ResponderEliminar
  2. Vos sabés perfectamente de qué estás hablando. Para el tanguero toda mina es la última. Hay en la música de Buenos Aires un amor por lo último, y así tenemos los siguientes tangos:
    La última cita
    La última copa
    La última curda
    La última grela
    El último café
    El último farol
    El último organito

    Y por supuesto también tenemos "La última":

    Ya no puedo equivocarme, sos la última en mi vida,
    y es la última moneda que me queda por jugar.
    Si no gano tu cariño la daré por bien perdida
    ya que nunca más la vida me permitirá ganar.

    Te confieso deslumbrado que no esperaba tal cosa.
    Ya están luciendo mis sienes pinceladas de marfil,
    ya mi patio abandonado no soñaba con la rosa
    y se realizó el milagro con la última de abril.

    Sos la última y espero que me traigas la ternura,
    ésa que he buscado en tantas y que no puedo encontrar.
    Ya no quiero pasionismo, ni amorío, ni aventura...
    Yo te quiero compañera para ayudarme a luchar.

    No me importa tu pasado ni soy quién para juzgarte
    porque anduve a los sopapos con la vida yo también.
    Además hay un motivo para quererte y cuidarte:
    se adivina con mirarte que no te han querido bien.

    Fue por eso que te dije ya no puedo equivocarme,
    sos la última que llega a perfumar mi rincón
    y esas gotas de rocío que no te dejan mirarme
    me están diciendo a las claras que alcancé tu corazón.

    Pero si la mala suerte me acomoda el cachetazo
    con que siempre está amagando para hacerme fracasar,
    no podré sobreponerme a este último fracaso
    y yo seré como un grillo, muerto al pie de tu rosal.

    Así que es verdad que tendrás 100 poemas. No tendrás tregua. No la tendrás.
    Magnífico poema!
    Un beso tanguero

    ResponderEliminar
  3. Barra querida: gracias por los comentarios.

    "No me digás tenés razón".

    Qué bien cantaba el tanguero La última curda. Y a capela. Lástima que esté en una cinta grabado y aquí no se pueda reproducir.

    Un abrazo a los dos.

    ResponderEliminar
  4. MUY BONITO..

    UNO DE LOS POCOS QUE CREO SABER SU SIGNIFICADO.

    BONITO PARA ESTOS DÍAS. A ÉL LE HUBIERA ENCANTADO TANTO COMO SUS TANGOS.....

    BESOS

    MA

    ResponderEliminar
  5. ay... siempre se me olvida que siempre estás ahíiii

    jijijiji

    tú sabes to

    ResponderEliminar
  6. doy pequeña fe

    de esa hermosura

    suerte que tienes de la deuda


    besos

    ResponderEliminar
  7. otra que tó lo sabe o lo adivina

    brujillas

    ResponderEliminar
  8. te he contado jar (seguro te he contado tanto...) que me encantan los acordeones...??si fuera más pequeña y tuviera bastante más tiempo me compraría uno e intentaría aprender...

    asi que la foto (el acordeón y esa mano cargada de historia) me ha encantado. Y el poema. Y la canción. Y tú claro (pero tú siempre...)


    un besito

    ResponderEliminar
  9. Sobre lo que no sé, preguntaré, hay que ser repetuoso!
    Lo que le quería decir a maría a rayas, si me permites Aroa, que lo que se ve en esta entrada no es un acordeón sino un bandoneón. El Fuelle(así le decimos cariñosamente) se define como "instrumento musical de viento semejante al acordeón, pero con botones a ambos lados)
    Volví por aquí porque me gustó mucho la entrada

    ResponderEliminar
  10. Me encanta cómo concentras en tan pocos versos tanta música, tanto sentimiento.
    Salud.

    ResponderEliminar
  11. Iba a escribir lo mismito que NáN. Grande, Aroa.

    Un besote

    ResponderEliminar